domingo, 28 de junio de 2009

Tempo di Morte. Capítulo 2: Allegro

-¿Y que has hecho de tu vida? - pregunté una vez que estuvimos cómodos en la sala de estar.
-Ya sabes, he viajado por mi trabajo, pero es un gusto volver a verte. Debo añadir que no has cambiado en nada- afirmó Jessica. Era verdaderamente agradable charlar con ella, pero yo era más de esos tipos de persona que prefieren la soledad. Al parecer, Jessica captó ese pensamiento.
-Oye, deberíamos salir a comer algún día, ¿no crees?- dijo con una sonrisa en la cara. No alcancé a responder, púes me vino un acceso de tos horrible, y Jessica, preocupada, se levantó a buscarme un vaso de agua.
-Deberías ir al doctor- fue una sugerencia, pero parecía más una orden.
-Lo sé- dije apenas respirando, pero primero debía terminar la novela romántica y después de eso terminar la composición en la que trabajaba, la que constaba de parte para violín, piano, flauta traversa y muchos otros instrumentos.
La visita de Jessica fue bastante breve, pero bastó para que mi día diera un cambio, y cuando volví a sentarme para continuar mi labor, pude sentir como mi día volvía "a tempo".
-Deberías hacerle caso- me dijo Aron, aunque bien sabía que era yo quien lo decía.
-Lo sé, y lo haré- me respondí a mi mismo, a Aron.
-Ahora sigamos, tu composición estaba muy buena- dijo después de un rato.
-Está bien, pero a propósito, ¿como termina tu historia?- pregunté mientras Aron miraba fijamente el cuaderno en el que escribía.
-El protagonista muere- respondió con la mirada fija en el cuaderno, y en ese momento ambos nos pusimos a reír. Al momento, Aron se puso serio y me quedó mirando.
-Es en serio- dijo, y no pude reprimir otra risotada.
No habían pasado diez minutos, cuando la puerta volvió a sonar. Un poco lateado, me levanté a abrir, y pude ver como era el vecino, que con cara una tanto apenada, esperaba a que abriera.
-Vecino, ¿en que puedo ayudarlo?- pregunté lo más cortez que pude, pues estaba cansado de interrupciones.
-Pues...verá...emm...ya es bastante tarde y... esas risotadas provocan miedo a algunos de los demás vecinos, pues... está solo, ¿cierto?- tartamudeó el vecino.
-Pues...claro que estoy solo, estaba componiendo- respondí un tanto divertido por la situación.
-Si lo sé, estaba escuchando. Tambien soy músico, ¿no le gustaría un poco de ayuda con otra parte de su composición?- preguntó el vecino.
-Es muy amable de su parte...pero debo rechazar la oferta, pues en estos momentos estoy un poco irritable ya que no he podido sacar nada- dije. No me gustaba rechazar a las personas, pero era eso o tener que lidiar con compañia.
-Está bien. Buenas noches- se despidió el vecino, y yo cerré la puerta.
De vuelta a lo que estaba, Aron me miraba fijamente.
-¿Qué?- pregunté un tanto...irritado.
-Cretino- dijo el de forma divertida - solo quería ayudarte.
-¿Me has dejado ayudarte a tí con tus escritos?- pregunté, y Aron no dijo nada.
-Vamos a dormir- dijo el, pues el ambiente se había esfumado y ya eran las cuatro de la máñana.
Esos eran los monólogos que tenía conmigo mismo, y que enrealidad, de alguna u otra forma, todos tenemos, pues mi enfermedad no fue estar loco.

martes, 23 de junio de 2009

Tempo di Morte. Capítulo 1: Andante

Tranquilamente seguía viviendo el día a día, esperando cada vez algún pequeño y a la vez delicioso cambio, un cambio como el que he visto en los conciertos, que normalmente se tocan en "MODERATO", y que de repente cambian a "VIVACE", y que después vuelven "A TEMPO", pero durante mucho y quizá demasiado, no había ningún "VIVACE" qu alegrara mi "MODERATO", y así era cada día, uno tras otro, y me preguntaba si era yo acaso el único que se sentía de esta manera. Me preguntaba si existían otras personas que pensaran como yo, ¿o soy acaso el único? Durante mucho me atacó esa pregunta, pues amigos no tenía muchos, pero como dicen por ahí: "De lo bueno poco", y así era con mis amigos.
-¿Vas a componer algo? - preguntó Aron, quien siempre que yo tocaba se ponía a escribir.
-Eso creo, ¿vas a escribir algo? - pregunté para poder saber que tipo de música tocar, pues no servía tocar un "PRESTISSIMO" si Aron se disponía a escribir un drama, ¿no creen?
-No lo sé, pues tengo tres escritos incompletos y no me decido - respondió Aron
-Déjame ayudarte. ¿De que tratan esos escritos? - Aron era uno de los mejores amigos que tenía, y nuestras conversas eran eternas a tal punto, que a veces desvelabamos conversando, escribiendo y componiendo.
-La primera se trata de vampiros, la segunda se trata de guerra, y la tercera es más que nada un romance - dijo mientras yo comparaba el primer escrito con un "ANDANTE", el segundo con un "MODERATO ESTRINGENDO" y el tercero con un bello "ADAGIO".
-Termina el tercero - dije después de un momento, ya que me encantan los "ADAGIO".
-Romance será, pero procura no hacer ningún aumento de velocidad - dijo Aron
-"STRETTO" - dije
-¿Cómo? - preguntó Aron, quien no estaba muy familiarizado con esos terminos
-"STRETTO", un aumento de velocidad se llama "STRETTO", y tiene más nombres - dije con una sonrisa en la cara, que fue bien recibida por mi buen a migo Aron.
Sin previo aviso, tocaron la puerta, y dejando mi instrumento a un lado, me puse de pie para abrir.
-¡Sorpresa! - era Jessica, que hace mucho tiempo no me visitaba. Mi mejor amiga.
-¿Que haces aquí? - pregunté asombrado
-¿Por qué? ¿estás con alguien? - preguntó mirando hacia adentro.
-No, pasa por favor - dije mientras la dejaba pasar. Después de dar una vueltecilla a la casa, se paró enfrente del lugar donde dejé mi instrumento.
-Te he dicho muchas veces que no puedes escribir y tocar al mismo tiempo - su voz era firme, pero dulce.
-Lo sé - dije mientras reía
-Si lo sabes, deberías hacerme caso, Aron - dijo con una sonrisa en la cara, y ese fue uno de los "VIVACE" que busco cada día.